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viernes, 21 de mayo de 2010

IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA ANA (LA RODA DE ANDALUCIA)

La Iglesia Parroquial de Santa Ana de La Roda de Andalucía se encuentra en la calle Cervantes de esta localidad..

Historia

Las primeras noticias de la Iglesia Parroquial de La Roda son de la mitad del siglo XVI, y se refieren a las primeras celebraciones registradas en los Libros Parroquiales:

"…cuando los señores Marqueses de Estepa, tomaron posesión de este estado no había en el más pueblo que La Roda, cuyo primer bautismo se hixo el 8 de septiembre de 1546 y el primer matrimonio el 16 de octubre de 1554…"

Sin embargo, la fecha de construcción del edificio parroquial es muy probable que fuera cierta, pues hay otros documentos donde aparece que la fecha de construcción:

"…fue por los años de 1540 a 1545…"

Sería conveniente comprobar si este edificio Parroquial es nuevo, o si primitivamente existía; siendo una Iglesia dependiente de la Parroquia de Santa María la Mayor de Estepa, y durante estos años, y por el aumento de población, ha conseguido tener pila bautismal.

Muy poco se sabe de las características arquitectónicas de este primer edificio, aunque en la actualidad aún se conserva parte de esta arquitectura: la cabecera del edificio, que se compone de la capilla mayor y un pequeño crucero, que se cubre con una cúpula, y donde las primitivas naves laterales, que con la ampliación de la iglesia se convertirán en las capillas de la Virgen de la Soledad y del Señor Amarrado a la Columna, también se cubren con dos pequeñas cúpulas.

Debió de ser en esta pequeña Parroquia donde el primer Marqués de Estepa dio las primeras muestras de su poder, pues al poco tiempo de comprar el territorio visitó los pueblos de Estepa, Pedrera y La Roda, -los únicos que tenían parroquias-, concentró a la población en la Iglesia, y una vez dentro hizo redactar el siguiente documento que era la prueba más palpable de su soberanía:

"…dixo en voz alta… (que se) encontraba en la dicha Iglesia en nombre de su Majestad e como Patrono de ella… los alcaldes y ofiziales del dicho concejo… dixeron… que por tal lo rescivian…"

El edificio sufrió una importante remodelación que se termina en los primeros años del siglo XVIII, pues durante esta centuria se produce un aumento importante de los precios de los productos agrícolas, la verdadera riqueza de la comarca, que conllevó a una importante acumulación de rentas , sobre todo en los grandes propietarios agrícolas como era el Marqués de Estepa, que se convertirá en un verdadero mecenas, dedicando una parte de su patrimonio al embellecimiento de su señorío. Además el marqués desde la adquisición del territorio era.: "el Patrono Universal”, de las iglesias de su señorío, y por tanto el responsable de su mantenimiento.

Las primeras noticias que nos dice como era el edificio de la Parroquia de Santa Ana recién construido, es un inventario que se realiza en el 1703, curiosamente el mismo año que se finalizan las obras, por “don Antonio Vinegra juez de estos autos”, para todo el marquesado estepeño entre los meses de abril y julio, y para La Roda se realizó el 12 de julio.

Al ser un inventario de los bienes con que cuenta la Parroquia, no habla de cómo era la arquitectura del edificio, sólo del patrimonio artístico que atesora, y que en concreto era:

"Una Ymagen de Cristo pequeño en la sacristía.
Otra Ymagen de Cristo crucificado en el altar mayor.
Una Ymagen del Dulce Nombre de Jesús con tres potencias de plata y una cruz en el mundo que tiene a su lado.
Una Ymagen de Cristo crucificado en el dosel del altar mayor.
Una Ymagen de San Sebastián.
Una Ymagen de San Benito.
Una Ymagen de San Blas.
Una Ymagen de Nuestra Señora del Rosario sin corona por estar en la casa del mayordomo.

Que dichas imágenes están en sus altares y nichos, con sus camas y velos unos de rasos y otros de tafetán…"

Y de esta forma se acabó el inventario.

De más importancia para conocer las características arquitectónicas del edifico parroquial es la siguiente visita programada en 1708 y realizada el año siguiente, por el visitador Don Juan Clemente Mahuis y Príncipe, y aunque tenía la finalidad de juzgar la actitud bastante poco decorosa del Vicario anterior Don Lorenzo de Andújar Ferrer Centurión y Aróstegui, -“por quitar los escándalos e inquietudes que se originan”- nos dejó una descripción detallada del edificio:

"…el dos de mayo de mil setecientos nuebe se visito la Yglesia de la Señora Santa Ana… es de una nabe con crucero, es nueba y no esta totalmente acabada, tiene ocho altares, el mayor esta pintado y en medio un crucifijo debajo del docel y los demás con diferentes devociones adornados según lo posible de dicho lugar. Visitó el Sagrario donde se hallaron un copón con bastantes formas…"

No debe considerarse como un fallo la descripción de la Parroquia de una sola nave, aunque en la actualidad tenga tres, pues según veremos en la documentación del último tercio del siglo XIX, las actuales naves laterales no existían como tales, sino que eran capillas, estando por tanto las naves laterales cortadas, coincidirían con los pilares que servirían de arranque para el muro de cerramiento.

Por tanto la fisonomía arquitectónica definitiva de la Parroquia, quedó consolidada a principios del siglo XVIII, uniéndose el edificio antiguo con el recién edificado por el arco toral, que fue retocado a finales del siglo XIX, convirtiéndose en un triple arco de herradura, y al tener dos alturas distintas las dos partes del edificio, se corona la estructura, con una concha o venera que sirve de unión entre las dos cubiertas. La solución arquitectónica no es una novedad, se ha utilizado en bastantes edificios, aunque aquí, en la Parroquia de Santa Ana, puede deberse a querer utilizar el símbolo de la concha del peregrino, queriendo recordar su pertenencia en otro tiempo a la Encomienda de Santiago.

La ampliación de la Parroquia consistió en alargar la nave principal y las capillas, que tienen tres tramos, separados por pilares cruciformes y cubiertos por una bóveda de cañón con lunetos, que descansa en una cornisa; muy similar en su estructura es la configuración de las naves laterales, aunque en un principio estaban cerradas formando capillas.

Así, un simple análisis de las actuales capillas donde están las Hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Esperanza y la del Santo Entierro de Cristo y de la Virgen de los Dolores Coronada, se puede comprobar que, tanto el adorno exterior como el interior de las capillas, se pueden fechar aproximadamente sobre la mitad del siglo XVIII, y según los documentos existentes de la Parroquia de Santa Ana, no debieron de ser los únicos existentes en estos años.

Casi todas las capillas existentes en la Parroquia de Santa Ana, servían de residencia canónica de una Cofradía, y que posiblemente, gracias a las donaciones de los fieles, habían ido acumulando un patrimonio rústico, y aprovecharían la subida de los precios de los productos agrícolas, para embellecer la capilla de sus respectivas hermandades.

Tras las visitas realizadas en 1874 y 1886 y analizando en conjunto ambas documentaciones, hay grandes posibilidades de conocer como era la arquitectura del edificio, así como la del patrimonio artístico con que contaba la parroquia. En el cuerpo de la Iglesia, había siete capillas, tres en la nave de la epístola y cuatro en la nave del Evangelio, además de la Capilla Mayor, que tenía dos camarines, la que servía de camarín a la Virgen del Rosario tras la nave del Evangelio, y la capilla del Sagrario, y dos más pequeñas donde estaban las capillas del Señor amarrado a la columna y la capilla de la Virgen de la Soledad; guardando por tanto, un rico patrimonio escultórico desconocido en la actualidad y del que sólo quedan algunos comentarios de los “visitadores” encargados de hacer los inventarios. También podemos comprobar, como la distribución de los Camarines y los Altares, sufrió una pequeña remodelación entre estas dos fechas.

Ermitas

Sin embargo estos inventarios tienen unas noticias desalentadoras para el patrimonio artístico y cultural del pueblo, pues al no comentar nada de las ermitas de la Vera Cruz y de Santiago, es que ya no existirían, y sólo se conoce de ellas los comentarios realizados en las visitas descritas del siglo XVIII, cuando las describieron:

"…tres ermitas que están en este lugar a las salidas del, la una la de Nuestra Señora de los Llanos, otra de la Vera Cruz y otra del Señor Santiago que se hallaron mui decentes y en lo necesario para poder celebrar el Santísmo Sacrificio de la Misa…"

La ermita de Santiago estaba localizada a la salida de La Roda en dirección a Málaga, cruzando el río Yeguas, en la que hoy conocemos como “la cuesta del calvario”, la de la Vera Cruz en la carretera que va para Pedrera muy próxima al “Molino Alto”; de las dos quedan pocas noticias repartidas por diversos legajos, que nos confirman su existencia y su fisonomía.

La única ermita que seguía existiendo y de la que hay una documentación similar para el último tercio del siglo XIX a la de la Parroquia, era la Ermita de la Virgen de los Llanos, que según el inventario:

"…Está edificada en el campo a unos 800 metros de la población, frente a la vía férrea y a la parte noroeste…"

Bibliografía
  • Archivo Parroquial de La Roda, recogido del libro de visitas.
  • Archivo General del Arzobispado de Sevilla (A. G. A. S.) Sección V, Serie Archivos Incorporados,

Vicaría de Estepa, legajo 62.

  • Archivo General del Arzobispado de Sevilla, ( A. G. A. S.).
  • El Patrimonio Artístico-Religioso del Marquesado de Estepa en los primeros años del Siglo XVIII. Mª Encarnación Escalera Pérez y Joaquín Octavio Prieto Pérez. En: Actas de las III Jornadas de Historia de Estepa. Ilustrísimo Ayuntamiento de Estepa, páginas 597-608.
  • Guía artística de Sevilla y su provincia, 1989. Dir. Enrique Valdivieso. Edita Ilustrísima Diputación Provincial de Sevilla.

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